domingo, 13 de abril de 2014

Un trabajo sin placer...



En ocasiones el mundo de la prostitución te muestra facetas que te dejan con sensaciones apagadas, con sensaciones encontradas que hacen que sientas que también aqui existe ese trabajo que no se quiere, ese trabajo en el que no se siente placer por vivir de el... 

Y aunque eso es algo que sucede en todos los trabajos, que se convierten en eso: "un trabajo".., algo que no nos aporta, que no nos llena, que no nos satisface, que no nos colma... y es sólo la obligación marcada por la necesidad económica la que nos lleva a vivir ese trabajo y de ese trabajo.

Pero... en el mundo de la prostitución, el trabajo que no aporta el placer necesitado se convierte en algo extremo, pues en este trabajo, el placer es un componente esencial que surge y nace de las relaciones físicas que aporta el sexo, sea de pago o no... y si ejerciendo este trabajo no sientes el placer..., entonces estamos ante una doble carga negativa: la de que el trabajo no nos produce placer y a la vez no nos da placer...

Y este es un trabajo que sin placer se convierte en más trabajo que otros, pues el placer debería ser uno de los componentes básicos del mismo..., aunque por desgracia existen ocasiones en que existen y se encuentran chicas que no sienten ese placer, que no encuentran ese placer, que no viven ese placer y que sienten que el trabajo es más trabajo que otros y que además no aporta si no que resta..., viendo entonces en él una fuente de ingresos sin placer... 

Y es entonces cuando uno se queda con esas sensaciones apagadas, esas sensaciones encontradas... pero esas sensaciones que son una realidad y así hay que entenderlas y asumirlas...

Y es que incluso en este trabajo... existe el trabajo sin placer.