jueves, 25 de mayo de 2017

Megaexperiencia...




En el mundo del sexo de pago, siempre existen diferentes vías de aproximación, donde poder escoger el cómo y dónde acudir para disfrutar de esos momentos de placer por un tiempo acordado. Y uno de esas opciones son las que conocemos como pisos, a los cuales muchas veces se acude sin saber que chicas habrá en el lugar o al menos cuales se encontrarán disponibles en ese momento. Y es en esos instantes, cuando una vez en el interior del lugar escogido, llega el momento de la elección, de la selección, de la decisión sobre con quien vamos a compartir ese momento...
Cuando no se tienen referencias, cuando no se ha estado ahí antes, o al menos no se ha estado por alguien en concreto, es cuando en nada se debe decidir todo. Unos minutos y has de saber con quién podrás vivir el encuentro que de verdad deseas…
Casi utópico…
Pero los conocidos como “paseíllos” en los pisos de sexo de pago son así. Uno está en una habitación y las señoritas van pasando a presentarse, decirte su nombre, darte como mucho un par de besos y la más sociable preguntarte que tal como estás y que espera verte luego…
Tiempo justo y poco más para poder verlas fugazmente y al menos poder saber si su físico cuadra con el físico con el que ye gustaría dedicarte a ese tiempo en la intimidad. Pero nada de eso ayuda a saber si la chica será de tu agrado como persona, si su simpatía te hará sentir cómodo o su frialdad te hará lamentar el encuentro, si su implicación en el encuentro será la que tu desearías o será simplemente la que no buscabas…
Una solución simple al de estos “paseíllos” ante una necesidad de ver al menos antes de decidir…., aunque luego siempre queda preguntar a la encargada que poco podrá decirte pues no sabe como eres tú y lo que realmente te gustará, por lo que termina por asesorarte en función de sus propias simpatías, afinidades o por la chica que más veces le han hablado bien otros clientes…, aunque nada de ello es garantía de que aquello va a ser un acierto…
Pero esa tradición casi inamovible, ha dado al menos en una ocasión una vuelta de tuerca buscando algo que puede ser de mayor utilidad para el cliente en su proceso de selección. Y es en este marco de piso de chicas con “paseíllo” que hace un tiempo una agencia o piso ha decidido ser transgresora e innovadora y presentar una nueva variedad de “paseíllo”…
Con el nombre de la Megamamada, se presenta ese servicio y sólo por el nombre ya se intuye que el servicio irá enfocado y orientado hacia ese maravilloso arte de las felatrices que tanto gusta en los hombres.
¿Qué es la Megamamada…?, pues un “paseíllo” reducido y restringido a cuatro chicas, pero con la particularidad de que en lugar de entrar, presentarse e irse, lo que hacen ellas es estar con e cliente potencial durante 3 a 5 minutos en los cuales han de desarrollar sus artes para que tras la rueda de las 4, el cliente decida con cual de ellas va a culminar el servicio contratado. Y… ¿qué hacen las chicas en esos minutos?, pues como el servicio anuncia, te practican una felación que sin duda puede ser más representativa de como puede ser un encuentro íntimo con ellas que no el simple saludo de presentación…
Por descontado que nada es ciencia cierta ni nada aporta la respuesta definitiva, pero no cabe duda de que esa posibilidad, esa variante de “paseíllo” con felación incluida es más motivante y sobre todo más estimulante que la tradicional, al tiempo que te “ayuda” a descubrir el tipo de comportamiento, implicación, habilidad de la profesional en cuestión…
Un método curioso y altamente transgresor éste, que se puede ver de muchos puntos de vista pero que desde el mío es, además de  altamente innovador, estimulantemente  y con ese extra de morbo por la situación vivida, done una vez duchado, esperas en la habitación, con tu toalla tapando tus intimidades, para que al entrar una chica y tras presentarse busque tu sexo y busque estimularlo, para con su boca darte ese atisbo de placer que si la escoges luego podrá darte en su máxima plenitud.
Pero lo curioso, viene cuando esa chica se va y en breve aparecerá la segunda y uno no sabe si taparse de nuevo, si esperarla completamente desnudo, si… Y todo ello te genera un plus excitante que suma y suma. Y si con esto no fuera suficiente, si la chica anterior ha sido eficiente en su demostración y la nueva entra en un tiempo corto, lo más probable es que cuando la segunda abra la puerta te encuentre ahí a ti, enarbolando tu excitación ante lo que ella casi ni tiene tiempo de mirarte a la cara, pues su mirada se dirige casi sin remedio y de modo casi inconsciente a ese sexo excitado que ya está deseando descubrir su anticipo.
Y por otro lado cabe tratar de meterse en la cabeza de esas profesionales que al abrir la puerta encuentran a un hombre ya no sólo esperando ser saludado si no excitado, esperando ser  convencido con sus artes orales para que ella se quede ahí con él y disfrutar ya juntos de la íntima intimidad…
La Megamamada es evidentemente un servicio distinto y potencialmente muy excitante, aunque también a veces puede ser frustrante que pasen 4 chicas y ninguna consiga elevar tu excitación para que puedas sentir sus habilidades, aunque eso… es otra historia y seguramente más causa nuestra que de ellas…
Y como reflexión final y ante quienes crean que esa variación del “paseíllo” es un abuso excesivo para las profesionales, que se ven “obligadas” a no sólo presentarse si no a realizar aunque sea en un mínimo de tiempo un acto sexual sin remuneración a cambio, estuve indagando y ellas reciben una cantidad por participar en el paseíllo más la parte que les corresponda por conseguir el servicio…

¿“Paseíllo” competitivo donde la mejor se lleva al cliente?, pues si…, es un modo de verlo y un modo de vivirlo que al final en lo que respecta al cliente repercute en un modo de descubrir algo más de ellas que no sólo en una presentación estándar…

lunes, 1 de mayo de 2017

La insatisfacción...



El sexo de pago suele aportar aquello que se busca cuando se contrata ese servicio... y que no es otra cosa que la satisfacción del placer obtenido, del momento vivido, de las sensaciones compartidas, de ese algo que sin saber definirlo se sabe sentir y que te hace alejarte del lugar del encuentro con esa media sonrisa en el rostro que denota el sabor de esa satisfacción...

Pero... ¿siempre es así?. Por desgracia no...

Es imposible vivir en un mundo donde lo que siempre se busca y se desea se obtiene, ya que no en todas las ocasiones se da esa mezcla de sensaciones que hacen que el momento este pleno de satsfacción, si no que sucede lo contrario..., el momento te lleva a la insatisfacción...

Y ese momento de insatisfacción suele ser de un grado intenso, porque se concentra en un instante, porque sucede tras unas excpectativas siempre elevadas, porque acontece cuando se invierte en él, porque crea esa sensación tan vacia de tiempo y dinero mal invertido...

La insatisfacción es algo que nos produce pesadumbre, que nos deja sensaciones de frustación y de rabia por el momento perdido...

Nunca se sabe cuando en el mundo del sexo de pago puede llegar esa insatisfacción, porque nada te avisa de ella hasta que sucede, porque te lanzas a la aventura confiado que vas a encontrar y vivir todo eso deseado y buscado y desde luego no esperas que lo que encuentres sea todo lo contrario...

La insatisfacción aparece y es hasta lógico que así sea..., porque en todas partes y en cualquier lugar, trabajo o servicio contratado, te puedes encontrar que no se cumplen las expectativas que nos habiamos fijado y eso nos lleva a esa insatisfacción.

Sucede no obstante que en el sexo de pago, solemos sentir esa insatisfacción como algo más personal, como algo más vivo, como algo más intenso y como algo que nos afecta especialmente y nos hace generar una sensación muy fustrante... E incluso solemos atribuir esa frustacióm directamente a la profesional que nos brinda el servicio sin valorar que no todo es siempre cosa de una si no a veces cosa de dos o incluso de uno mismo. Pero... eso no nos aleja la insatisfacción que sentimos...

Si..., la insatisfacción sucede, pero no hemos de ir más allá de ella, porque puede nacer porque la profesional haya hecho mal su servicio, porque algo haya pasado que haya evitado la compenetración entre los dos, o incluso porque nosotros no hemos estado a la altura o... también porque hemos creado una expectativas demasiado altas que no se han cumplido... Y por todo ello, esa insatisfacción ha de ser valorada como una mala ocasión y un mla momento, no como algo que nos marque...

Y es que al final, resulta que la insatisfacción vivida es una entre muchas de plena satisfacción o de correcta satisfacción y por ello no hay que dejarla ser la triunfadora...

Es cierto que en el sexo de pago hay momentos de insatisfacción, pero no hay que permitir que esos momentos sean los que prevalezcan si no que hemos de dar valor a los buenos momentos compartidos y que esos que nos generan esa insatisfacción sean rapidamente borrados y olvidados por los muchos y buenos que nos aportan la satisfacción siempre deseada...