jueves, 1 de noviembre de 2012

Personaje o Realidad...



En el mundo del sexo de pago, puede suceder y a veces sucede que la profesional edifica un personaje que es el que presenta a sus clientes o potenciales clientes. No siempre lo que uno encuentra, lo que la profesional muestra, es lo que de verdad es esa persona, si no que ella ha decidido construirse a partir de su "nombre de guerra", una actitud, una pauta de comportamiento, un modo de ser que es el que ha decidido es el que usará en su actividad profesional, aunque no siempre tiene que coincidir con como es esa persona más allá del desarrollo de su actividad.

Ese cambiar algo de una, ese mostrar actitudes distintas a las que uno está habituado es algo lícito y comprensible, porque quien más quien menos, en ocasiones establece perfiles de comportamiento distintos en la vida laboral y en la vida privada. 

Todo el mundo tiene derecho en decidir actuar en cierto modo cuando ejerce una actividad laboral y ajustar su comportamiento a lo que se espera de ese ejercicio laboral. Y por ello en el sexo de pago, con sus connotaciones particulares, se hace aún más lícito ese construir un personaje que es el que se va a utilizar para tratar de conseguir el máximo de beneficio en el desarrollo de la actividad.

Y ese construir una personalidad "laboral", no es exclusiva de las profesionales, si no que los propios clientes, en ocasiones también esgrimen una actitud alejada de su día a día y es la que utilizan al moverse en el ambiente del sexo de pago.

Se construyen personajes y se usan en ambos lados para cada uno en su justa medida sentirse más "cómodo" en el trato personalizado que exige esta profesión. Pero ese modo de actuar no es general, si no que mucha gente, se presentan ante clientes o profesionales como verdaderamente son, con sus pautas de comportamiento habituales y su modo de ser diario, sin esconder nada de uno y siendo uno mismo ante los demás.

¿Qué es mejor...?, ¿ser uno mismo o dejar que el personaje de ficción ocupe el lugar de uno...?.

No hay respuesta segura..., pero si se que yo, prefiero ser siempre yo mismo...

2 comentarios:

  1. Creo que es mejor ser uno mismo, desde luego. Yo soy yo misma con mis clientes. Lo que hago es callarme cosas, pero no me he inventado un personaje. Si me preguntan algo que no quiero contestar digo que prefiero no hacerlo y no me invento nada. Es mejor para mí y creo que también para el cliente, pero entiendo que algunas y algunos prefieran ocultar su vida con una historia distinta.

    Besitos!

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  2. "Todo el mundo tiene derecho en decidir actuar en cierto modo cuando ejerce una actividad laboral y ajustar su comportamiento a lo que se espera de ese ejercicio laboral. Y por ello en el sexo de pago, con sus connotaciones particulares, se hace aún más lícito ese construir un personaje que es el que se va a utilizar para tratar de conseguir el máximo de beneficio en el desarrollo de la actividad."

    Sí esto es muy fácil de decir, pero ello no hace justicia a la realidad de la demanda de prostitución. La inmensa mayoría de los testimonios de clientes que he podido conocer (leyéndolos o escuchándolos en persona) justifican su consumo recurrente de prostitución en base a ideas tales como: que las oferentes relativa frecuencia disfrutan sexualmente -cuando él se esmera y les hace buen sexo-, que ellas son sinceras en los comentarios positivos que hacen sobre él, que ellas muestran felicidad cuando están con él, que para ellas él es un cliente especial, distintos al resto de los hombres que esas mujeres tienen por clientes.
    Así pues: ¿no es la adopción perfecta de tales roles por parte de algunas mujeres en prostitución (ignoro si obran así la mayoría de ellas, pero me temo que sí) una manera de engañar a los hombres que son sus clientes?

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